Cuando hablo de marketing consciente no me refiero a una corriente de marketing que plantea determinadas estrategias en el mensaje y su difusión en canales específicos. En lugar de eso, lo planteo como un conjunto de condiciones y actitudes que influyen en la efectividad de la comunicación al lanzar tu proyecto de emprendimiento como terapista. Dicho de otro modo, es un enfoque holístico que toma en cuenta diversos factores que iré explicando a continuación.
La fortaleza de tu propósito es la primera clave del marketing consciente
La vida nos ha hecho maestros en algo. Una de las claves de una buena estrategia de marketing es asegurarnos de que estamos entregando nuestra maestría. Para esto es necesario superar nuestras alergias: el miedo a la exposición, crear una empresa con todas las gestiones que ello conlleva, etc. Es esencial observar en qué nos ha hecho maestros y maestras la vida. Entender que eso es lo que estamos aportando a la humanidad y que es un proyecto de vida.
En este sentido, es clave saber el para qué, qué quieres entregarle al mundo y desde dónde. ¿Qué has vivido tú? ¿Cuáles talentos quieres compartir? ¿Qué quieres que el mundo conozca o se lleve de tí? ¿Puedes aportar más de lo que crees? Cuando todo esto está claro,no hay ningún miedo o alergia que te pueda parar.
Lo que importa es la experiencia que has tenido y cómo utilizas el conocimiento y práctica terapéutica aprendida para superar determinados problemas. En parte, el marketing consciente consiste en comunicar desde esta sabiduría, desde esta experiencia vivida, lo que deviene en un mensaje muy potente. Y aún mayor será si agregas tu capacidad para acompañar a tus clientes/pacientes. ¡Observa cuál es tu maestría, que desde allí podrás encontrar cuál es tu propósito!
A propósito de esto, te invito a leer el artículo ¿Qué es el marketing espiritual y cómo aplicarlo a nuestro negocio?
Define tu enfoque con un mapa mental
Junto con tu propósito, debes definir tu enfoque. Y esto debe ir desde lo que pides a Dios o al Universo. Posiblemente, estás pidiendo a estas instancias ser un terapista en Reiki, pero no defines dónde, en qué condiciones, cómo conseguir el financiamiento necesario, cuántos clientes necesitas captar, cuáles problemas de tus pacientes quieres resolver, cuánto dinero quieres ganar, etc.
En fin, no estás enviando una señal clara al Universo o a Dios. Entonces, no vas a manifestar nada, porque Dios o el Universo solo responden a peticiones claras, precisas… ¡y también requieren que muevas el culo! Porque las cosas que quieres no las vas a conseguir tumbado en tu sofá, viendo series de Netflix y comiendo patatas fritas. ¡Céntrate y trabaja en tu proyecto!
En concreto, para definir tu enfoque efectivamente, yo te recomiendo hacer un mapa mental lo más detallado posible. No importa en cuál soporte lo quieras hacer: un papel, lienzo, pizarra… Para empezar, representa con un gran círculo en el centro tu propósito: emprender como terapista Reiki, por ejemplo. Desde ese círculo, traza conectores (líneas) que comuniquen a círculos más pequeños que representen lo que necesitas para lograr el propósito: ubicar un local, conseguir financiamiento bancario, planificar la estrategia de marketing consciente, etc. Cada necesidad tendrá alrededor otros círculos más pequeños en los que puntualizarás las diligencias y trámites que debes hacer para cubrir esas necesidades. En particular, para obtener el financiamiento, el banco exige un aval; para conseguir el local, debes contactar a inmobiliarias; para el marketing, necesitas un curso y/o contratar a una agencia.
Para finalizar, es aconsejable que siempre tengas a mano tu mapa para revisarlo, corregirlo y actualizarlo.
El miedo a la exposición: una barrera para el marketing consciente
Durante mi experiencia en la formación para emprendimientos he comprobado que, en el ámbito de las terapias, la alergia más fuerte es a la exposición. Básicamente, el miedo a la exposición se manifiesta en la negativa a realizar vídeos y podcasts o a organizar charlas, demostraciones de tu terapia y escribir artículos para blog. Estas iniciativas son esenciales para que te conozcan. Te digo algo: si no te expones, nadie te va a conocer. No importa cuántos carteles cuelgues en la calle o cuántos avisos de pago coloques en Google Ads. De hecho, las posibilidades de que alguien se apunte a tus clases de yoga o asista a tu terapia de acupuntura sin conocerte son mínimas.
En parte, esta actitud se debe al temor a que el público adquiera el conocimiento sin pagar o que competidores lo copien. A decir verdad, la gente no viene a nuestras terapias por nuestro conocimiento, viene a nosotros por nuestra sabiduría. El conocimiento esta hoy día en Internet y en todas partes. No hay riesgo de que te copien porque ese conocimiento ya existe.
Cuando te expones, sea mediante la escritura en un blog, grabando vídeos o podcasts, dando charlas, etc., generas confianza. Estas estrategias son fundamentales en esto que yo llamo marketing consciente. Con ellas, permites que tu público conecte contigo y promueves una interacción previa en la que comprobará si puedes ayudarle realmente a solucionar su problema.
El marketing consciente implica comunicar desde el problema, no desde la herramienta
Un problema común entre quienes emprenden como terapeutas es insistir en comunicar desde la herramienta. Es decir, encabezar o iniciar un anuncio on u offline con la especialidad a la que se dedican: “Acupuntura”, “Cuencos tibetanos”, “Registros akashicos”, “Chi Kung”.
De entrada, esto no tiene sentido, porque estás dirigiéndote solo a quienes tienen -más o menos- una idea de lo que estamos hablando. En muchos casos, como dije arriba, será difícil que alguien convierta si no te conocen. Pero lo peor es que estarías dejando de hablarle a alguien que tiene un problema que podría resolverse con un buen acompañamiento en tu especialidad.
Comunicar desde la herramienta es lo que yo denomino “hablar en chino básico”. Y cometemos el mismo error cuando intentamos mostrarnos más místicos y espirituales al presentar títulos como: “Analizo tu sombra”, “Identifica tu karma”.
Por el contrario, un marketing consciente te lleva a segmentar y dirigirte a públicos con problemas específicos. Esto cambia totalmente los resultados. Por ejemplo: “¿Dificultades para encontrar pareja?”, “¿No puedes concentrarte en tus actividades?” o “¡Dile adiós a la migraña!” Todos estos son títulos que apuntan a las personas que sufren un problema. El resto del texto puede servir para explicar brevemente cómo tu enfoque terapéutico y tu acompañamiento pueden ayudar a estos individuos.
Mejora tu relación con el dinero
¿Y qué tiene que ver esto con el marketing consciente? ¡Vamos por partes! En primer lugar, el dinero es una herramienta muy importante que mejora tu calidad de vida, facilita muchas cosas positivas y permite ayudar a más gente.
¿Te acuerdas de lo que dije arriba sobre pedir a Dios o al Universo lo que quieres con precisión? Pues bien, si eres de los que repiten esas “frases tradicionales” como: “El dinero no lo es todo en la vida”, “Los ricos ya están completos”, “El dinero solo trae problemas”, “No tengo la capacidad suficiente para ganar tanto dinero”… ¿Qué señal crees que estás enviando a Dios, al Universo o al campo cuántico? ¿Qué crees que te van a dar a cambio? ¡Pues que sigas sin llegar bien al fin de mes! ¡Que sigas pobre y atrapado en la rutina de un trabajo que no te gusta!
Debes erradicar estas frases de tu vocabulario y también la actitud derrotista que suele acompañarlas. Aunque no lo creas, todo eso espanta al dinero y hace que se vuelva esquivo e insuficiente. ¡Si quieres dinero, no debes acosarlo de esta manera! Por el contrario, plantéate metas logrables, escalonadas y medibles de ganancias.
Con suficientes recursos puedes mudarte a un local más amplio para tu consulta, adquirir más y mejor instrumental para tus terapias, contratar asistentes y hacer más grata la experiencia del cliente. Esto impulsa el boca a boca de los pacientes satisfechos que no dudarán en recomendar tu terapia.
Pero, también, puedes invertir en estrategias de marketing para captar más pacientes de forma orgánica a través del SEO y un plan sólido de marketing de contenido. Más aún, es factible optimizar y hacer más atractiva tu página web y tu landing page, así como contratar la gestión de tus redes sociales.
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